Después de casi 2 años de obras y otro mas de proyecto
Jorge, Marga y Martin ya ocupan su nueva casa en Sangarren. Como ocurre con
muchos clientes, también ellos parecían tener claro como querían que fuera su
casa. Tenían dibujos que describían el programa pero la relación entre las
piezas no les acababa de funcionar. Y es que el solar era realmente complejo;
lo era por su geometría pero también por su situación en la trama urbana. De
forma triangular y rematando una manzana de viviendas entre medianeras, ninguna
referencia parecía buena y ninguna ley parecía poner en orden las estancias .
Tan solo una pieza tenia clara su ubicación; en un extremo
del solar había una pequeña edificación que se debía conservar para hacerla
servir de “comedor para toda la familia”. Esta pieza había de ser compartida
con los padres de Marga por lo que tenía que estar al tiempo integrada e
independizada del resto de la casa.
Finalmente optamos por romper el volumen edificado en 3
partes y permitir que cada una ocupara su lugar en la parcela. Los espacios
comunes de la casa actuarían como bisagra entre ellos y, en el contacto entre
los mismos, lucernarios lineales reforzarían la idea articulación continua.
Solo uno de los lados del triángulo tenia medianera así que se adosaron contra
la misma dos de los volúmenes mientras el tercero ejercería de rotula entre los
primeros. Los tres atrapan un pequeño patio que garantiza la ventilación cruzada
de todas las estancias. En el otro extremo de la parcela, el jardín de la casa
ocupa el vértice más afilado y dos muros ciegos lo “construyen” y protegen de
vistas y ruidos.
Aunque parecía complicado, fue el contexto el que acabó
armando el orden interno de la casa. La nueva vivienda se lee en continuidad con
su entorno pero posee su propia personalidad, destacando por la limpieza de los
volúmenes y el uso contenido del lenguaje contemporáneo.
Para la calefacción y climatización se dispuso un sistema de
geotermia que, junto con la ventilación cruzada garantiza el funcionamiento
sostenible de la misma. Para la iluminación se ha recurrido a la tecnología led,
en líneas ocultas en los encuentros entre los planos de techos y paredes que
iluminan a través de la propia arquitectura.
Jorge y Marga se han implicado en todas las decisiones tanto
de proyecto como de obra y, aunque esto pueda haber ralentizado el proceso, finalmente ha resultado
muy satisfactorio para todos. El cliente hace suya la vivienda mientras esta se
construye y el arquitecto tiene la oportunidad de hacer pedagogía, de explicar cuáles
son sus argumentos y contrastar su fortaleza.