CONSTRUIR SOBRE LO CONSTRUIDO (2012 - 2014)

 

En el marco de mis estudios sobre arquitectura y paisaje redacté hace ya dos años la tesis de la que os adjunto el resumen. Esta primera tesis supone el arranque de mi doctorado pero sobre todo me ha servido para entrar en contacto con un universo arquitectónico realmente vinculado a su entorno, arquitectura sostenible y respetuosa sin imposturas o artificios. Esta tesis fue premiada con una Mención en la ultima Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (2014)


“CONSTRUIR SOBRE LO CONSTRUIDO. APROXIMACIÓN A LAS ESTRATEGIAS DE RECUPERACIÓN DE PUEBLOS ABANDONADOS EN EL PIRINEO ARAGONÉS”

 

Tesina Master de Gestión Urbanística  de la Fundación UPC. Barcelona 2012
 
*IX BIAU : Mención de Investigación en la Categoría de Tesis de Maestría. 2014

En este último siglo, la industrialización y el desarrollo de las sociedades occidentales han conducido a nivel mundial al crecimiento ilimitado de los núcleos de población entorno a los centros de producción. Este aumento de habitantes en las grandes ciudades tiene como contrapartida el éxodo del mundo rural y el empobrecimiento del territorio en su conjunto.
Dentro de nuestras fronteras, aquellas áreas alejadas de los centros de producción, sufrieron de manera especialmente acusada estas migraciones, hasta el punto de quedar prácticamente deshabitadas. Las grandes cordilleras como la cantábrica, los Pirineos o la Ibérica, áreas históricamente ricas y pobladas, vieron cómo su economía era incapaz de competir con las exigencias de un mercado cada vez más globalizado. Por otro lado, gobiernos de talante centralista y autoritario desarrollaron políticas hídricas devastadoras para la estructura social de estos territorios. Como resultado de todo ello, en apenas un siglo, áreas que habían sido reservas demográficas clave en el desarrollo histórico del estado, pasaron a ser poco más que reservas etnográficas, restos de una cultura en retroceso.
Gracias a la mejora de las comunicaciones y el desarrollo del turismo, algunos de los núcleos abandonados han sido rehabilitados y la revitalización de sus áreas de influencia es ya un hecho.
De entre todos los territorios afectados por la despoblación dentro del Estado Español, el altoaragonés es quizás el exponente más claro de la misma, tanto por el porcentaje de territorio abandonado como por el número de núcleos deshabitados en la actualidad (más de 200). Su situación dentro del país y su peculiar geografía le abocaron a un intenso aislamiento  solo roto en las últimas décadas del siglo pasado. Es precisamente este abandono brusco y su relativamente reciente apertura lo que hace del patrimonio abandonado de esta área un objeto de análisis ejemplar, por inalterado e intemporal.
Lejos de una visión nostálgica sobre el fenómeno del abandono y la despoblación propongo una mirada constructiva y positiva sobre las posibilidades del patrimonio que todavía queda en pie. Los últimos 30 años han dado paso a la recuperación de gran cantidad de núcleos y plantean la posibilidad de fijar población en un territorio duramente castigado históricamente por la emigración de sus habitantes. 
La recuperación de estos núcleos implica un triple compromiso, por un lado con el territorio, por otro  con el patrimonio y por último con la sociedad. La inversión de dinero que implican estas tareas solo se justifica por la mejora de las condiciones ambientales, por la conservación de los bienes catalogados pero también por el servicio que se presta a las personas que desean habitarlos.
Cuando Rafael Moneo se refiere al proyecto del Museo de Arte Romano de Mérida, utiliza el epígrafe “Construir sobre los construido” (“Apuntes sobre 21 obras. G. 2010) Sobre el mismo, explica de qué manera se enfrento al reto de construir sobre las ruinas romanas un museo que, además, debía albergar parte de los restos allí hallados: “Por tanto, construir sobre lo construido iba necesariamente a suponer convivir con las ruinas, incidir incluso sobre los restos de las cimentaciones preexistentes, dando pie a un edificio que se trabase, se fundiese con la realidad física de las ruinas que era preciso conservar”.
El trabajo para la recuperación de un pueblo abandonado supone, inevitablemente, construir sobre lo construido. La detenida lectura y valoración de las preexistencias será la parte más importante del proceso, en tanto en cuanto, será la relación con las mismas lo que determinará el carácter del asentamiento resultante.
Trataremos en este estudio de recoger las experiencias más significativas y analizarlas de manera sistemática, para poder establecer un marco de la comparación que pueda servir para futuras iniciativas.